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Por qué no me llega la velocidad de Internet contratada


Contar con una buena velocidad de Internet es un factor muy importante. Es esencial tanto si nos referimos a la bajada como a la subida. Sin embargo en muchas ocasiones podemos tener problemas. Pueden surgir fallos que provoquen que la velocidad de la conexión sea limitada e incluso muy inferior a la que tenemos contratada realmente. Vamos a hablar de las principales razones por lo que esto ocurre y también daremos consejos interesantes para conseguir mejorar la conectividad.

Tener una buena conexión, clave hoy en día

Si pensamos en la velocidad de Internet que teníamos hace unos años y la comparamos con la actual, veremos que la diferencia es abismal. Ha habido cambios muy importantes y mejoras más que notables, pero esto también ha ido ligado a un aumento de las necesidades de los usuarios, especialmente con el auge de los dispositivos móviles. Tenemos cada vez más aparatos conectados en nuestros hogares. Muchos de ellos forman parte de lo que se conoce como el Internet de las Cosas, que son básicamente dispositivos como televisiones, bombillas inteligentes, reproductores de vídeo… El hecho de que haya más y más equipos conectados también implica la necesidad de tener velocidades superiores.

Por todo esto podemos decir que hoy en día es realmente importante tener una conexión de Internet que sea estable, que ofrezca buena calidad y por supuesto una gran velocidad tanto de bajada como de subida. Solo así podremos conectar más dispositivos sin ver cómo aparecen problemas.

Pero claro, esto no siempre ocurre. Son muchos los factores que podrían alterar el buen funcionamiento y llegar a producir pérdida de velocidad, cortes y otros errores típicos que vemos a la hora de navegar por Internet en nuestro día a día.

Por qué va lento el Internet y no llega la velocidad máxima

Siempre es importante conocer la causa de un problema. Solo así sabremos corregirlo posteriormente. Vamos a ver cuáles son los motivos principales para que la velocidad de Internet sea inferior a la que tenemos contratada. Esto es algo que ocurre a muchos usuarios y no siempre va a ser fallo de la operadora.

El router como causa del problema

Nuestro primer punto de partida debería ser conocer las especificaciones técnicas del router. En este aspecto, no es lo mismo que el router cumpla con el estándar 802.11n, 802.11.ac o el 802.11ax. En el caso de que nuestro router soportase la norma 802.11n o WiFi 4 eso quiere decir que podríamos obtener una velocidad máxima aproximada de unos 80 Mbps en la banda de 2.4GHz. Esto se daría si tuviésemos un router ADSL o de los primeros routers de fibra óptica.

Luego tendríamos el estándar 802.11.ac o WiFi 5, un estándar claramente más rápido que el WiFi 4, además, utiliza la banda de 5GHz que está mucho menos saturada que la banda de 2.4GHz. Aquí se mejoró sustancialmente la velocidad y obtener una velocidad de entre 300 Mbps y 600 Mbps es una posibilidad real, incluso mayor si el router es de calidad y los clientes WiFi están ubicados en una posición relativamente cercana al router.

Actualmente, ya tenemos los routers Wi-Fi 6 con la normativa 802.11.ax, donde velocidades cercanas a 1 Gbps o superiores ya son posibles. No obstante, el que promete una gran innovación y cambio será el Wi-Fi 6E, que añadirá la banda de 6 GHz y con la que se obtendrán unas velocidades aún mayores.

Una vez que ya conocemos la máxima velocidad por Wi-Fi que soporta nuestro router, si no la ofrece tenemos que empezar a buscar las causas. Entre las más probables tenemos:

  1. Mala ubicación y colocación del router.
  2. No estamos conectados a la banda Wi-Fi adecuada.
  3. Saturación del canal WiFi.

También debemos tener muy en cuenta el hardware del router, ¿es el router del operador o es un router comprado por nosotros de buena marca? Generalmente los routers de los operadores tienen un hardware limitado y un firmware que no cumple con unos mínimos, por lo que tendremos muy baja velocidad, mala cobertura en nuestro hogar e incluso cortes de conexión WiFi.

Mala colocación del router

Sin duda uno de los motivos más comunes por los que hay problemas de velocidad de Internet es tener una mala colocación del router. En la actualidad la mayoría de los usuarios conectan a través de la red inalámbrica. Esto hace que sea imprescindible tener una buena cobertura que permita que nos conectemos en las mejores condiciones.

Ahora bien, en muchas ocasiones los usuarios cometemos el error de colocar el router en cualquier lugar. Tal vez por comodidad, por ser más sencilla la instalación o por simple desconocimiento. Esto hace que se encuentre demasiado lejos de donde realmente vamos a conectarnos y se creen zonas muertas o espacios donde la señal llega muy débil y, por consecuencia, la velocidad de Internet es mala.

Estamos usando la banda del Wi-Fi incorrecta

Como hemos mencionado, el uso de la red Wi-Fi es realmente habitual hoy en día. Pero precisamente por esto pueden llegar problemas de velocidad. Tenemos la oportunidad de conectarnos tanto a la banda de los 5 GHz como a la de los 2,4 GHz. Cada una tiene sus puntos positivos y negativos. Básicamente podemos decir que la primera es la que ofrece mejor velocidad, pero es más sensible a la distancia. Lo contrario con la segunda.

Por tanto, si tenemos problemas de velocidad de Internet y nos llega bastante menos de lo contratado, podría ser porque estemos utilizando una banda incorrecta. Podríamos probar a conectarnos a la otra alternativa y ver cuál ofrece un mejor rendimiento según las circunstancias.

Saturación del canal

Otro punto a tener en cuenta es que el canal esté saturado. Aquí hay que indicar que la banda de los 5 GHz tiene más canales disponibles y por tanto vamos a tener menos problemas en este sentido. No obstante, es un problema que podría estar presente en ambos casos. Podría haber interferencias con routers de los vecinos.

Sería interesante analizar la saturación de los canales y ver cuál está más libre y poder conectarnos a él. Esto nos ayudará a mejorar el rendimiento de la conexión y no tener problemas de estabilidad y velocidad.

Uso de un cable antiguo

Si el problema llega por estar conectado a través de cable, sin duda puede ser debido a que estamos utilizando uno antiguo. ¿No nos llegan más de 100 Mbps y tenemos contratado mucho más? Puede que estemos sincronizando con el router a 100 Mbps o, lo que es lo mismo, que estemos conectados mediante Fast Ethernet.

Es importante hacer uso de cables que sean compatibles con Gigabit Ethernet y puedan ofrecernos una gran velocidad. De esta forma podremos alcanzar hasta 1 Gbps y poder tener fibra óptica simétrica de máxima velocidad sin que haya limitaciones. Debemos utilizar al menos un cable de red Cat 5E.

Problemas con la tarjeta WiFi que tengas

La tarjeta de red es una pieza fundamental para nuestras conexiones. No importa si estamos utilizando un adaptador Wi-Fi o mediante Ethernet. Es muy importante que descartemos problemas con los drivers de la tarjeta. Esta podría ser la causa de que vaya lento o de que incluso haya cortes continuos. A veces al actualizar Windows, pueden generar conflictos con los dispositivos conectados. Los controladores podrían quedar obsoletos y eso se deriva en fallos continuos y problemas para utilizarlos con total normalidad.

Otra causa muy habitual de baja velocidad inalámbrica al conectarnos a un router vía WiFi es la propia tarjeta de red inalámbrica WiFi. En este caso, es posible que nuestra tarjeta de red no esté a la altura para que podamos disfrutar de la máxima velocidad por Wi-Fi. En ese caso el problema estaría centrado en el estándar que soportan nuestros adaptadores inalámbricos, en el modelo de la tarjeta WiFi y también en los drivers que tenemos instalado en nuestro ordenador.

Si se trata de un ordenador portátil o de sobremesa, en ambos casos podríamos solucionar el problema cambiando la tarjeta de red WiFi si ya es muy antigua y utiliza estándares que no son capaces de proporcionar una mayor velocidad. La solución sería sustituir esa tarjeta Wi-Fi por una nueva USB, PCI Express o Mini PCI Express. Aquí la cuestión es buscar una tarjeta inalámbrica que soporte la misma norma Wi-Fi que el router o superior, para estar preparado para el futuro. Una tarjeta WiFi muy recomendable es la Intel AX200, actualmente la tenemos disponible en los ordenadores portátiles y también en muchos modelos de tarjeta de red WiFi PCIe.

En cuanto a smartphones, tablets, dispositivos Android TV y otros que tengan la tarjeta Wi-Fi soldada, va a hacer imposible que podamos hacer nada en estos casos, salvo comprarnos un nuevo smartphone o tablet.

Dispositivos conectados simultáneamente

Si tenemos múltiples dispositivos conectados simultáneamente a la red inalámbrica WiFi, la red inalámbrica podría estar algo colapsada y por este motivo no conseguiremos más velocidad WiFi en nuestro dispositivo. Con cada cliente que nosotros conectemos, aunque no estén transfiriendo datos, la red inalámbrica irá cada vez más lenta. Además, debemos tener en cuenta que los dispositivos «lentos», es decir, tarjetas WiFi con una antena o clientes inalámbricos que están muy lejos del router WiFi o punto de acceso, perjudican a los clientes más rápidos (los que tienen una tarjeta WiFi con dos o más antenas o que están cerca del router).

Una opción muy importante que debes habilitar, siempre que el router lo soporte, es la opción de «Airtime Fairness«, de esta forma, a cada cliente inalámbrico se la proporcionará una «porción» de tiempo para poder transmitir a la máxima velocidad posible, haciendo que los clientes lentos no perjudiquen a los más rápidos.

Gracias a que actualmente disponemos de routers y puntos de acceso WiFi doble banda simultánea e incluso triple banda simultánea, los clientes inalámbricos se pueden repetir entre las diferentes bandas de frecuencia para no tener colapsada una única banda. Además, algunos routers disponen de la funcionalidad «Smart Connect» o también conocido como Band-steering, con el objetivo de que el router sitúa de forma inteligente a los diferentes clientes en las diferentes bandas de frecuencias disponibles.

El equipamiento de red adicional (repetidores WiFi)

Es posible que el culpable de una mala velocidad a través de la red WiFi esté relacionado con los dispositivos adicionales que hemos comprado. Por ejemplo, debemos tener en cuenta que los repetidores WiFi normales son capaces de ampliar la señal inalámbrica, pero la velocidad real que obtendremos será entorno a un 50% por cada salto que demos desde el cliente inalámbrico hasta el router principal. Esto es algo completamente normal, y por este motivo, existen hoy en día repetidores WiFi doble banda simultánea e incluso repetidores WiFi triple banda simultánea, con el objetivo de conseguir la máxima velocidad posible en la conexión inalámbrica.

También puede que en determinados lugares estemos satisfechos con nuestra velocidad de conexión y en otros no. Esto puede ser debido a dos causas:

El router no pueda ofrecer la cobertura necesaria. Entonces necesitaríamos añadir los puntos de acceso necesarios o un sistema Wi-Fi Mesh.

El equipamiento de red no sea el adecuado para ofrecer la máxima velocidad por Wi-Fi. Si tiene una norma Wi-Fi inferior a la del router y queremos aprovechar al máximo la velocidad tocará su sustitución.

En definitiva, si utilizamos repetidores WiFi debemos asegurarnos de que sean doble o triple banda, además, es recomendable comprar un sistema WiFi Mesh con banda de frecuencias dedicada para no tener cuello de botella en la red de interconexión, de esta forma, podremos conseguir las mejores velocidades inalámbricas.

Malware en el sistema

Por supuesto también hay que hacer mención al software malicioso. Son muchas las amenazas que hay en la red. Muchos tipos de virus que de una u otra forma pueden poner en riesgo nuestros equipos. Esta suele ser la causa de muchos problemas que nos encontramos en el día a día.

Por tanto, si vemos que la velocidad de Internet es lenta, que no nos llega lo que hemos contratado, deberíamos asegurarnos de que no hay algún tipo de malware. Podemos realizar un análisis del sistema y ver que todo está bien.



  • El equipamiento de red adicional (repetidores WiFi)
  • Malware en el sistema
  • Problemas de hardware del usuario final
  • QoS del operador
  • Problemas del lado del servidor
  • Comprobar la velocidad para saber si hay que mejorarla
  • Cómo lograr la mejor velocidad de Internet
  • Tener el router en el lugar correcto
  • Instalar un router neutro
  • Utilizar amplificadores de red
  • Mantener todo actualizado
  • Tener el equipo siempre seguro
  • Utilizar hardware adecuado
  • Contactar con nuestro proveedor de servicio
  • Tener una buena conexión, clave hoy en día

Si pensamos en la velocidad de Internet que teníamos hace unos años y la comparamos con la actual, veremos que la diferencia es abismal. Ha habido cambios muy importantes y mejoras más que notables, pero esto también ha ido ligado a un aumento de las necesidades de los usuarios, especialmente con el auge de los dispositivos móviles. Tenemos cada vez más aparatos conectados en nuestros hogares. Muchos de ellos forman parte de lo que se conoce como el Internet de las Cosas, que son básicamente dispositivos como televisiones, bombillas inteligentes, reproductores de vídeo… El hecho de que haya más y más equipos conectados también implica la necesidad de tener velocidades superiores.

Por todo esto podemos decir que hoy en día es realmente importante tener una conexión de Internet que sea estable, que ofrezca buena calidad y por supuesto una gran velocidad tanto de bajada como de subida. Solo así podremos conectar más dispositivos sin ver cómo aparecen problemas.

Pero claro, esto no siempre ocurre. Son muchos los factores que podrían alterar el buen funcionamiento y llegar a producir pérdida de velocidad, cortes y otros errores típicos que vemos a la hora de navegar por Internet en nuestro día a día.

Por qué va lento el Internet y no llega la velocidad máxima
Siempre es importante conocer la causa de un problema. Solo así sabremos corregirlo posteriormente. Vamos a ver cuáles son los motivos principales para que la velocidad de Internet sea inferior a la que tenemos contratada. Esto es algo que ocurre a muchos usuarios y no siempre va a ser fallo de la operadora.

El router como causa del problema

Nuestro primer punto de partida debería ser conocer las especificaciones técnicas del router. En este aspecto, no es lo mismo que el router cumpla con el estándar 802.11n, 802.11.ac o el 802.11ax. En el caso de que nuestro router soportase la norma 802.11n o WiFi 4 eso quiere decir que podríamos obtener una velocidad máxima aproximada de unos 80 Mbps en la banda de 2.4GHz. Esto se daría si tuviésemos un router ADSL o de los primeros routers de fibra óptica.

Luego tendríamos el estándar 802.11.ac o WiFi 5, un estándar claramente más rápido que el WiFi 4, además, utiliza la banda de 5GHz que está mucho menos saturada que la banda de 2.4GHz. Aquí se mejoró sustancialmente la velocidad y obtener una velocidad de entre 300 Mbps y 600 Mbps es una posibilidad real, incluso mayor si el router es de calidad y los clientes WiFi están ubicados en una posición relativamente cercana al router.

Actualmente, ya tenemos los routers Wi-Fi 6 con la normativa 802.11.ax, donde velocidades cercanas a 1 Gbps o superiores ya son posibles. No obstante, el que promete una gran innovación y cambio será el Wi-Fi 6E, que añadirá la banda de 6 GHz y con la que se obtendrán unas velocidades aún mayores.


Una vez que ya conocemos la máxima velocidad por Wi-Fi que soporta nuestro router, si no la ofrece tenemos que empezar a buscar las causas. Entre las más probables tenemos:

  • Mala ubicación y colocación del router.
  • No estamos conectados a la banda Wi-Fi adecuada.
  • Saturación del canal WiFi.
  • También debemos tener muy en cuenta el hardware del router, ¿es el router del operador o es un router comprado por nosotros de buena marca? Generalmente los routers de los operadores tienen un hardware limitado y un firmware que no cumple con unos mínimos, por lo que tendremos muy baja velocidad, mala cobertura en nuestro hogar e incluso cortes de conexión WiFi.

Mala colocación del router

Sin duda uno de los motivos más comunes por los que hay problemas de velocidad de Internet es tener una mala colocación del router. En la actualidad la mayoría de los usuarios conectan a través de la red inalámbrica. Esto hace que sea imprescindible tener una buena cobertura que permita que nos conectemos en las mejores condiciones.

Ahora bien, en muchas ocasiones los usuarios cometemos el error de colocar el router en cualquier lugar. Tal vez por comodidad, por ser más sencilla la instalación o por simple desconocimiento. Esto hace que se encuentre demasiado lejos de donde realmente vamos a conectarnos y se creen zonas muertas o espacios donde la señal llega muy débil y, por consecuencia, la velocidad de Internet es mala.

Error al colocar el router

Estamos usando la banda del Wi-Fi incorrecta

Como hemos mencionado, el uso de la red Wi-Fi es realmente habitual hoy en día. Pero precisamente por esto pueden llegar problemas de velocidad. Tenemos la oportunidad de conectarnos tanto a la banda de los 5 GHz como a la de los 2,4 GHz. Cada una tiene sus puntos positivos y negativos. Básicamente podemos decir que la primera es la que ofrece mejor velocidad, pero es más sensible a la distancia. Lo contrario con la segunda.

Por tanto, si tenemos problemas de velocidad de Internet y nos llega bastante menos de lo contratado, podría ser porque estemos utilizando una banda incorrecta. Podríamos probar a conectarnos a la otra alternativa y ver cuál ofrece un mejor rendimiento según las circunstancias.

Saturación del canal

Otro punto a tener en cuenta es que el canal esté saturado. Aquí hay que indicar que la banda de los 5 GHz tiene más canales disponibles y por tanto vamos a tener menos problemas en este sentido. No obstante, es un problema que podría estar presente en ambos casos. Podría haber interferencias con routers de los vecinos.

Sería interesante analizar la saturación de los canales y ver cuál está más libre y poder conectarnos a él. Esto nos ayudará a mejorar el rendimiento de la conexión y no tener problemas de estabilidad y velocidad.

Uso de un cable antiguo

Si el problema llega por estar conectado a través de cable, sin duda puede ser debido a que estamos utilizando uno antiguo. ¿No nos llegan más de 100 Mbps y tenemos contratado mucho más? Puede que estemos sincronizando con el router a 100 Mbps o, lo que es lo mismo, que estemos conectados mediante Fast Ethernet.

Es importante hacer uso de cables que sean compatibles con Gigabit Ethernet y puedan ofrecernos una gran velocidad. De esta forma podremos alcanzar hasta 1 Gbps y poder tener fibra óptica simétrica de máxima velocidad sin que haya limitaciones. Debemos utilizar al menos un cable de red Cat 5E.

Problemas con la tarjeta WiFi que tengas

La tarjeta de red es una pieza fundamental para nuestras conexiones. No importa si estamos utilizando un adaptador Wi-Fi o mediante Ethernet. Es muy importante que descartemos problemas con los drivers de la tarjeta. Esta podría ser la causa de que vaya lento o de que incluso haya cortes continuos. A veces al actualizar Windows, pueden generar conflictos con los dispositivos conectados. Los controladores podrían quedar obsoletos y eso se deriva en fallos continuos y problemas para utilizarlos con total normalidad.

Otra causa muy habitual de baja velocidad inalámbrica al conectarnos a un router vía WiFi es la propia tarjeta de red inalámbrica WiFi. En este caso, es posible que nuestra tarjeta de red no esté a la altura para que podamos disfrutar de la máxima velocidad por Wi-Fi. En ese caso el problema estaría centrado en el estándar que soportan nuestros adaptadores inalámbricos, en el modelo de la tarjeta WiFi y también en los drivers que tenemos instalado en nuestro ordenador.

Si se trata de un ordenador portátil o de sobremesa, en ambos casos podríamos solucionar el problema cambiando la tarjeta de red WiFi si ya es muy antigua y utiliza estándares que no son capaces de proporcionar una mayor velocidad. La solución sería sustituir esa tarjeta Wi-Fi por una nueva USB, PCI Express o Mini PCI Express. Aquí la cuestión es buscar una tarjeta inalámbrica que soporte la misma norma Wi-Fi que el router o superior, para estar preparado para el futuro. Una tarjeta WiFi muy recomendable es la Intel AX200, actualmente la tenemos disponible en los ordenadores portátiles y también en muchos modelos de tarjeta de red WiFi PCIe.

En cuanto a smartphones, tablets, dispositivos Android TV y otros que tengan la tarjeta Wi-Fi soldada, va a hacer imposible que podamos hacer nada en estos casos, salvo comprarnos un nuevo smartphone o tablet.

Dispositivos conectados simultáneamente

Si tenemos múltiples dispositivos conectados simultáneamente a la red inalámbrica WiFi, la red inalámbrica podría estar algo colapsada y por este motivo no conseguiremos más velocidad WiFi en nuestro dispositivo. Con cada cliente que nosotros conectemos, aunque no estén transfiriendo datos, la red inalámbrica irá cada vez más lenta. Además, debemos tener en cuenta que los dispositivos «lentos», es decir, tarjetas WiFi con una antena o clientes inalámbricos que están muy lejos del router WiFi o punto de acceso, perjudican a los clientes más rápidos (los que tienen una tarjeta WiFi con dos o más antenas o que están cerca del router).

Una opción muy importante que debes habilitar, siempre que el router lo soporte, es la opción de «Airtime Fairness«, de esta forma, a cada cliente inalámbrico se la proporcionará una «porción» de tiempo para poder transmitir a la máxima velocidad posible, haciendo que los clientes lentos no perjudiquen a los más rápidos.

Gracias a que actualmente disponemos de routers y puntos de acceso WiFi doble banda simultánea e incluso triple banda simultánea, los clientes inalámbricos se pueden repetir entre las diferentes bandas de frecuencia para no tener colapsada una única banda. Además, algunos routers disponen de la funcionalidad «Smart Connect» o también conocido como Band-steering, con el objetivo de que el router sitúa de forma inteligente a los diferentes clientes en las diferentes bandas de frecuencias disponibles.

Evitar problemas con el Wi-Fi

El equipamiento de red adicional (repetidores WiFi)

Es posible que el culpable de una mala velocidad a través de la red WiFi esté relacionado con los dispositivos adicionales que hemos comprado. Por ejemplo, debemos tener en cuenta que los repetidores WiFi normales son capaces de ampliar la señal inalámbrica, pero la velocidad real que obtendremos será entorno a un 50% por cada salto que demos desde el cliente inalámbrico hasta el router principal. Esto es algo completamente normal, y por este motivo, existen hoy en día repetidores WiFi doble banda simultánea e incluso repetidores WiFi triple banda simultánea, con el objetivo de conseguir la máxima velocidad posible en la conexión inalámbrica.

También puede que en determinados lugares estemos satisfechos con nuestra velocidad de conexión y en otros no. Esto puede ser debido a dos causas:

El router no pueda ofrecer la cobertura necesaria. Entonces necesitaríamos añadir los puntos de acceso necesarios o un sistema Wi-Fi Mesh.

El equipamiento de red no sea el adecuado para ofrecer la máxima velocidad por Wi-Fi. Si tiene una norma Wi-Fi inferior a la del router y queremos aprovechar al máximo la velocidad tocará su sustitución.


En definitiva, si utilizamos repetidores WiFi debemos asegurarnos de que sean doble o triple banda, además, es recomendable comprar un sistema WiFi Mesh con banda de frecuencias dedicada para no tener cuello de botella en la red de interconexión, de esta forma, podremos conseguir las mejores velocidades inalámbricas.

Malware en el sistema

Por supuesto también hay que hacer mención al software malicioso. Son muchas las amenazas que hay en la red. Muchos tipos de virus que de una u otra forma pueden poner en riesgo nuestros equipos. Esta suele ser la causa de muchos problemas que nos encontramos en el día a día.

Por tanto, si vemos que la velocidad de Internet es lenta, que no nos llega lo que hemos contratado, deberíamos asegurarnos de que no hay algún tipo de malware. Podemos realizar un análisis del sistema y ver que todo está bien.

Malware a través de Word o PDF


Problemas de hardware del usuario final
Si tienes un router antiguo que simplemente no puede mantenerse al día con las velocidades modernas o una conexión Wi-Fi mal configurada que se ralentiza debido a la interferencia, en realidad no experimentarás las velocidades de conexión que has contratado en tu ISP y en este caso no sería culpa del proveedor de servicios de Internet.

Hoy en día podemos encontrar routers económicos que nos pueden cubrir todas las necesidades. En todo caso, el dispositivo antiguo siempre podemos darle otros usos, como puede ser el llevar la red a otro punto de la casa, entre otros.

Congestión en diferentes horas

Si estás compartiendo una línea de conexión a Internet con muchos otros clientes de tu proveedor de servicios de Internet, por lo que la congestión puede resultar en que todas estas personas que la comparten, compitan por la conexión a Internet. Esto es particularmente habitual si todos sus vecinos usan, por ejemplo, BitTorrent las 24 horas del día, los 7 días de la semana o usan otras aplicaciones exigentes.

Debido a que es probable que más personas usen la línea de conexión compartida durante las horas pico (alrededor de las 6 p. m. hasta la medianoche para conexiones residenciales), es posible que experimentemos velocidades más lentas en estos horarios. Este apartado va de la mano con la congestión. En todo caso, con el paso del tiempo se trabaja en mejorar la infraestructura para que puedan soportar más tráfico de forma simultánea.

QoS del operador

Nuestro proveedor de servicios de Internet puede ralentizar (o «acelerar») ciertos tipos de tráfico, como el tráfico entre pares, incluso si anuncian un uso «ilimitado», pueden ralentizar su conexión durante el resto del mes después de que alcance una cierta cantidad de datos descargados.

Normalmente esto no se realiza de forma deliberada, siempre hay algún motivo, como por ejemplo de seguridad, para que esto se produzca.

Problemas del lado del servidor

Nuestras velocidades de descarga no solo dependen de las velocidades anunciadas por su proveedor de servicios de Internet. También dependen de las velocidades de los servidores desde los que está descargando y de los enrutadores intermedios.

Por ejemplo, si estás en los EE. UU. y experimentas lentitud al descargar algo de un sitio web en Europa, es posible que no sea culpa de nuestro proveedor de servicios de Internet en absoluto, si no que puede deberse a que el sitio web en Europa tiene una conexión lenta o los datos son siendo ralentizado en uno de los enrutadores entre usted y los servidores europeos.

Comprobar la velocidad para saber si hay que mejorarla

Una de las cosas que debemos saber es la velocidad de Internet que tenemos contratada. Por mucho que tengamos un router y un ordenador portátil de última generación, no los vamos a poder exprimir al máximo si no tenemos contratada la velocidad adecuada. Por ejemplo, si tenemos una conexión de fibra óptica de 100 Mb aunque utilizásemos los dispositivos antes mencionados no podríamos obtener la máxima velocidad por Wi-Fi. Eso no quiere decir que con una conexión de 100 Mb para una o dos personas pueda ser suficiente. También con una conexión de 300 Mb para tres o cuatro personas podría ser suficiente en la mayoría de los casos, y así te aseguras de que no te quedas corto.

Otra causa de problemas puede ser la saturación de la red. Esto se produce sobre todo cuando se usan programas P2P, en la descarga de archivos grandes y en la visualización de contenidos multimedia de alta calidad. En esos momentos los que lo sufren experimentaran una conexión a Internet mucho más lenta de lo habitual. El problema será mayor o menor en función del número de usuarios conectados, la velocidad contratada y las tareas que estén haciendo. Por ese motivo según la situación a determinadas horas que estén conectados más miembros de la familia se puede notar que Internet va mucho más justo.

La forma más sencilla de hacerlo en Windows sería hacer un test de velocidad usando nuestro navegador de Internet.

No obstante, si queremos comprobar la máxima velocidad por WiFi sin depender de una conexión a Internet, deberás instalar en tus equipos un programa cliente-servidor como Jperf basado en Java y en iperf2, o directamente descargar iperf3 y configurar el servidor en la red cableada de la LAN, y el cliente en la red WiFi, para realizar un test de velocidad a nivel de red de área local, y no depender de nuestra velocidad de conexión a Internet. Estos test son recomendables realizados con iperf3 si nuestra conexión WiFi es más rápida que la conexión a Internet.

Cómo lograr la mejor velocidad de Internet

Después de ver las principales causas que pueden provocar que la velocidad de Internet sea lenta, vamos a pasar a dar algunas recomendaciones interesantes con las que podemos mejorar la conexión. De esta forma evitaremos problemas, pero también podremos corregir errores que puedan estar afectando en un momento dado.

Por lo general muchas mejoras se pueden llevar a cabo gratis, pero si queremos mejorarla de forma muy notable, es probable que tengamos que invertir en algún tipo de hardware con mejores características.

Tener el router en el lugar correcto

Lo principal para lograr la máxima velocidad, y teniendo además en cuenta que la conectividad inalámbrica tiene un papel tan importante, es colocar bien el router. Hay que ponerlo en una ubicación central de la vivienda, alejado de paredes y muros, así como evitar poner cerca otros dispositivos electrónicos que puedan interferir en la señal.

El objetivo es evitar las temidas zonas muertas. Hay que lograr que la señal llegue bien donde realmente la vamos a necesitar. En caso de que solo vayamos a conectarnos desde un espacio reducido de la vivienda, sería interesante poner allí cerca el aparato y así aprovechar al máximo la cobertura.

Instalar un router neutro

Lo más común es que el router que tenemos instalado en casa es el que nos proporciona nuestro ISP, pero estos routers pueden tener algunas limitaciones en sus características y funciones, las cuales pueden influir en muchos aspectos. Desde la velocidad de la red, hasta el rango de cobertura que este puede generar para propagar la señal por toda la casa. Instalar un router neutro, puede ser de gran ayuda en todo esto.

La razón principal es la cobertura. Estos suelen mejorar la capacidad de los routers que el ISP nos proporciona, por lo cual la velocidad no solo será mayor, si no que llegará a más rincones dentro de casa. En cuanto a la estabilidad y calidad también encontraremos mejores, sobre todo cuando hay muchos dispositivos conectados a la red. Cabe la posibilidad de que el router de la operadora no sea capaz de gestionar todos esos aparatos conectados incluso genere cortes o ralentizaciones, por lo cual un router neutro puede ser de gran ayuda en este aspecto. Y más ahora, que cada vez hay más dispositivos que se pueden conectar a internet en las casas.

Otro aspecto son las funciones o la tecnología que este puede tener. Por lo general los routers que nos instalan suelen tener pocas funciones, o por lo menos comparado con buenos routers neutros, donde no solo tendremos más características disponibles, si no que es probable que las que compartan, tengan un mejor rendimiento. Si bien ahora la doble banda ya es algo extendido, tendremos que mirar la RAM o la CPU. Estas pueden ser sustancialmente mejores en routers neutros, lo que va a generar un aumento en el rendimiento del mismo.

Por último, siempre podemos mirar aspectos como la cantidad de puertos, o routers con Wi-Fi 6, si no queremos pagar el extra que piden las operadoras por instalar esta función en nuestros hogares. O para tener una seguridad mayor de nuestra red.

Utilizar amplificadores de red

Si estamos conectados por Wi-Fi y tenemos problemas de velocidad, una opción muy interesante y que podemos tener en cuenta es la de hacer uso de algún dispositivo que mejore la señal. Tenemos diferentes opciones, como pueden ser repetidores, sistemas Mesh o dispositivos PLC.

Estos equipos van a ayudar a que la señal llegue mejor. El objetivo es cubrir principalmente las zonas desde donde vamos a conectarnos e incluso dar la posibilidad de ofrecer conectividad mediante cable, algo que muchos amplificadores ofrecen.

Mantener todo actualizado

Es esencial tener nuestros equipos actualizados, así como contar con la última versión del firmware de la tarjeta de red, sea inalámbrica o de Ethernet. Para ello en Windows debemos ir a Inicio, vamos a Administrador de dispositivos, Adaptadores de red y allí seleccionamos el que nos interesa. Tenemos que hacer clic con el botón derecho y le damos a Actualizar controlador.

Lo mismo debemos hacer con el propio sistema operativo. Es básico para conseguir el máximo rendimiento y evitar problemas que puedan afectarnos. Siempre debemos contar con las últimas versiones que haya disponibles para nuestros dispositivos.

Tener el equipo siempre seguro

En este sentido tenemos un amplio abanico de opciones. Podemos instalar antivirus y otras herramientas, como por ejemplo un firewall o incluso extensiones para el navegador. Es algo que debemos aplicar a cualquier tipo de sistema operativo o dispositivo que estemos utilizando.

Hay que tener en cuenta que son muchas las amenazas que hay en la red y muchas de ellas además pueden afectar a la velocidad de Internet. Esto hace que debamos en todo momento preservar el buen funcionamiento de nuestros equipos.

Utilizar hardware adecuado

¿Estamos usando una tarjeta de red antigua o que tiene algún problema? ¿Los cables de red y el dispositivo que utilizamos están en buen estado? Todo esto puede influir. Siempre debemos utilizar hardware en buen estado, actualizado y que cumpla con los requisitos para lograr que la conectividad sea lo mejor posible.

Hemos hablado de que son diferentes los factores que pueden influir para conectarnos a la red y tener realmente la velocidad contratada. Uno de ellos va a ser todo lo relacionado con el hardware. Todo el conjunto de dispositivos que son necesarios para navegar.

Contactar con nuestro proveedor de servicio

En muchas ocasiones, suele ocurrir que todo dentro de nuestra casa está correcto, tanto a nivel de equipos como de configuración, si este es tu caso, y observas que tras haber revisado todos tus equipos relacionados con la conexión sigues sin tener la velocidad que a priori has contratado puede que sea el momento de que te pongas en contacto con el soporte técnico de tu proveedor de servicio de internet.

Cuando decidas dar este paso, debes tener en cuenta que es probable que te manden a realizar nuevamente alguna de las comprobaciones que tú ya has realizado previamente, por lo que puedes indicarles que ya lo has hecho y quizás no haga falta realizarla de nuevo, así como también puedes indicarle la batería de pruebas que has llevado a cabo antes de contactar con ellos para que así puedan saltarse algunos pasos de la llamada en cuanto a comprobaciones se trata.

Es muy probable que nos pongan algunas pegas mientras hablamos con ellos sobre el tema, ya que suelen dar muchas veces por sentado que el problema está en algún dispositivo de nuestro hogar en lugar de comprobar directamente si hay alguna avería externa, pero a pesar de ello, llegaréis al punto en el que realizarán las debidas comprobaciones y constatar si hay algún tipo de avería con la conexión a internet en tu zona, de ser así, lo que harán será crear un ticket con la incidencia de tu llamada y te darán un tiempo estimado de resolución de dicha incidencia, en la que seguramente será necesario que ellos revisen en primer lugar si hay un problema en la configuración de sus switches principales o en última instancia revisar si hay algún problema físico bien sea en un equipo de comunicación o en alguna parte del trayecto del cableado, por supuesto, de ser necesaria alguna reparación, esto no supondrá ningún coste adicional para ti pero es posible que tarden algún tiempo en llegar a una solución final, ya que en ocasiones se tarda un poco en llegar al origen del problema.

En definitiva, si tenemos problemas de velocidad de Internet y no nos llega lo que tenemos contratado realmente, podemos tener en cuenta estos consejos que hemos dado. El objetivo es lograr que la navegación sea correcta y no tener ningún tipo de fallo.


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