El agua es el componente principal del cuerpo humano: El cerebro y los músculos son aproximadamente un 75% agua, la sangre y los riñones un 81%, el hígado un 71%, los huesos un 22% y el tejido adiposo un 20%. Dos terceras partes se encuentran en el interior de las células y el resto circula por el espacio extracelular y el plasma sanguíneo.
Según expertos de la la Universidad de Johns Hopkins, Estados Unidos, una buena hidratación es clave para mantener una correcta función sexual tanto del hombre como de la mujer. En el hombre regula la presión sanguínea y aumenta el flujo sanguíneo, mejorando los problemas de disfunción eréctil. En la mujer, mantiene las membranas mucosas lubricadas, ayuda a mejorar la salud cardiovascular y la salud del tracto urinario.
El sexo no son sólo los genitales, es necesario mantenerse bien hidratado para que el cuerpo en su totalidad funcione correctamente. El agua protege y es lubrificante para el cerebro, impidiendo la falta de concentración y la pérdida de memoria a corto plazo. Transporta los nutrientes a las células, incluyendo el oxígeno, y retira los deshechos evitando la acumulación de sustancias tóxicas en el organismo. Regula la temperatura corporal redistribuyendo el calor desde los tejidos activos hasta la piel y enfriando el cuerpo a través del sudor. Regula la tensión arterial. Reduce el riesgo de problemas cardiovasculares. Mantiene la salud y funcionamiento de músculos, tendones, órganos, huesos y piel: el agua es vida.
No es cuestión de que bebas 2 litros de agua veinte minutos antes de echar un polvo salvo que te vaya la lluvia dorada, tu sexo no se humedecerá por arte de magia; para apreciar los beneficios deberás hidratarte al menos 24 horas antes. Será sencillo:cinco vasitos de agua al día son suficientes; algo tan sencillo como repartirlos a lo largo de la jornada: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. No sólo agua, también frutas jugosas, verduras, zumos o infusiones mejorarán la salud sexual. Alcohol no, ya que deshidrata.
Parece una tontería pero no lo es, algunos estudios estiman que casi el 75% de la población sufre deshidratación leve. Sus síntomas son dolor de cabeza, debilidad, mareos, fatiga, cansancio y somnolencia, aparte de poder degenerar en deshidratación más severa.
La deshidratación leve puede venir tras hacer ejercicio físico intenso; si echas un polvo salvaje deberás beber agua o líquidos para no sufrir estos síntomas. Tampoco tomes 2 litros en esta ocasión, según un estudio publicado en la revista científica British Medical Journal te puede dar una hiponatremia, que se produce cuando la sangre tiene mucha agua y muy poco sodio. Las células del cerebro absorberán demasiada agua, éste se inflamará presionando contra el cráneo y este exceso de presión craneal puede causarte la muerte. Mejor alguna bebida con carbohidratos y electrolitos para recuperar tanto la hidratación como los niveles de sodio.
FUENTE: SEXOLOGICOS.COM
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